Polvo de jamón
Partimos de unas láminas de crujiente de jamón para convertirlas en polvo de jamón, que nos permitirá decorar y dar sabor a muchos de nuestros platos
Para la elaboración del polvo de jamón partimos de un crujiente de jamón, nosotros lo tenemos aquí, lo acabamos de hacer, hemos esperado a que se enfriase y dado que en todas las casas no tenéis robot americano ni thermomix nosotros lo vamos a hacer con ayuda de un mortero que es una herramienta que hay en todas las casas, también lo podéis hacer con ayuda de un rodillo o con cualquier cosa que ejerza una presión y nos lo rompa.
Es muy sencillo, veis que es totalmente quebradizo, lo vamos a depositar dentro de nuestro mortero y simplemente lo vamos a machacar. Y luego esto a su vez dada la grasa que tiene es interesante que lo extendáis y quedara mucho más suelto, pero bueno, esto es una manera muy eficaz de hacer el polvo del jamón ibérico, esta técnica es extrapolable a la cecina, a cualquier otro embutido magro como puede ser la resaola, que tengamos en casa.
Ya lo tendríamos, el polvo de jamón lo podemos utilizar para infinidad de cosa. Simplemente o imaginaros que tenemos una crema y la queremos decorar, pues la pondríamos un poquito de polvo de jamón, tenemos un plato de un pescado y le queremos hacer una decoración a un lado pues le podemos poner unas lineas de polvo de jamón, las utilidades son tantas como posibilidades nos de la mente.
Aquí tenéis el resultado y esta sería la forma de hacer un polvo de jamón